/ Propiedad intelectual, tecnología e innovación en la industria textil

Laura Hernández Bethermyt
Abogada Alessandri

Una prenda de vestir o un diseño pueden ser protegidos de varias maneras. Calzado, vestidos, camisas, pantalones, carteras, bocetos y demás, pueden tener protección bajo distintos estatutos en Chile y en el mundo, haciendo uso de las herramientas de la propiedad intelectual. Si bien el diseño como creación artística, obtiene reconocimiento por el solo hecho de su creación, tal cual es establecido universalmente por las bases del derecho de autor, existen otras herramientas que dan un valor superior a estas creaciones.

Protección de tejidos inteligentes

La nanotecnología es la ciencia que interviene en el diseño, producción y empleo de estructuras y objetos. Utiliza partículas mínimas como lo son los nanomateriales. Al manipular la estructura molecular de los materiales, las propiedades intrínsecas de aquellos cambian, resultando en aplicaciones revolucionarias, como son los tejidos inteligentes. A partir de su empleo se pueden lograr diversos efectos: que no se manchen, no arruguen, más frescos, con propiedades cosmetológicas, fotocrómicos, termocrómicos o con protección UV, entre otros.

Como una alternativa distinta a la nanotecnología, también existen soluciones tecnológicas en base a micropartículas que, aplicada a productos cotidianos, brinda una solución innovadora entregando nuevas características que no siempre son visibles a simple vista.

¿Cómo se protege específicamente?

Las patentes de invención son la herramienta para resguardar y explotar su comercialización en el mercado, al permitir que la reproducción o la fabricación del producto innovador, dependa exclusiva y excluyentemente del titular de la patente. Por otro lado, la protección de sus marcas permite que el producto innovador sea posicionado en el mercado con un nombre particular que, al identificarlo con un determinado origen empresarial, se transforma en un activo más en explotación. Incluso, ambas opciones pueden ser explotadas por medio de terceros, lo que puede llevar inclusive a la transferencia tecnológica o sistemas de cobranding, bajo el cual un tercero se suma a la comercialización del producto. Un claro ejemplo de innovación es Copptech, con su avanzada tecnología de micropartículas patentada a nivel internacional transforma los productos que usamos a diario, entregando una protección eficaz contra bacterias, virus y hongos, mejorando así la seguridad y salud de los usuarios. Si bien hemos hablado de patentes y marcas, hay otras herramientas que también se pueden considerar para agregar mayor valor a un producto, sin tener que hacer públicos los detalles de los procesos involucrados. Es el caso de los secretos industriales, que no caducan, a diferencia de la patente, por ejemplo.

La reconocida diseñadora británica Stella McCartney es otro buen ejemplo de protección de innovación. Ella poco a poco ha ido avanzando a tendencias orgánicas, comprometidas con la sustentabilidad, para que la moda permanezca en el tiempo. Stella se ha perfilado con una marca de lujo progresista, siempre mirando hacia el futuro. Ha sido constante en utilizar los materiales más vanguardistas, que tienen como objetivo reducir el impacto en el planeta y son libres de crueldad animal, siguiendo los principios de circularidad. Los materiales son la base de su iniciativa de sostenibilidad.

Estos materiales sostenibles también han sido objeto de patentamiento y de protección de marca, reflejando así respaldo intelectual. En su conjunto, otorgan valor agregado al producto, y permiten contar con titularidad, comercializar los productos y adquirir distintos beneficios otorgados por la autoridad de marcas y patentes correspondiente. La industria textil es mucho más que diseño y pasarela. Hay una explotación enorme detrás de ella; Stella ha demostrado que la innovación forma parte de él.

Por fortuna, son muchas las casas de modas que han adoptado este movimiento, procurando tener mayor innovación en sus textiles, dando un segundo uso a materiales, convirtiendo de la industria algo novedoso que siempre da de que hablar.

Todos estos avances no serían posible sin la presencia de la propiedad intelectual, un correcto registro y desarrollo de intangibles que con el pasar del tiempo han podido capitalizarse y sumar valor a las innovaciones ejecutadas.