/ La nueva institucionalidad en propiedad industrial
23 de Abril, 2021Santiago Ortúzar
Socio
Alessandri Abogados
Con la reciente aprobación de la modificación a la ley de propiedad industrial, y la inminente aprobación del Protocolo de Madrid, Chile entra en una nueva etapa de modernización de su institucionalidad en materia de propiedad industrial.
Para un país que hace varias décadas se ha jactado de estar abierto al mundo globalizado, con múltiples tratados de libre comercio, era esencial modernizar la legislación de propiedad industrial con una visión que mira hacia el mundo y menos hacía nosotros mismos.
Instituciones como el Protocolo de Madrid, así como la posibilidad de cancelar los registros de marcas por falta de uso, nos hablan de una menor preocupación por las formalidades de la obtención de un registro y más por la creación de la propiedad intelectual. El mundo ha ido avanzando hacia una asesoría más profesional, menos orientada en cumplir formulismos y más en dar consejos. La nueva legislación es un gran avance en ese sentido.
Sin que Inapi pierda la facultad de objetar la concesión de un derecho, estas dos instituciones abren el camino para facilitar el registro de las marcas cuando existe una real intención de usarlas, en la forma menos burocrática posible. Estamos pasando de un sistema registral, con énfasis en un procedimiento burocrático necesario para obtener protección, hacia un sistema en el que adquiere mayor relevancia su uso en el mercado. La eliminación de la exigencia de representación gráfica en materia de marcas es la mejor demostración del camino que ha asumido nuestra legislación. Mayor facilidad y más protección para las diferentes formas de creatividad.
En materia de patentes, la nueva institución de la patente provisional y la facilidad para registrar diseños, son saltos adelante en fomentar la innovación local. Una vez más, las modificaciones se concentran más en la protección que en los requisitos para obtener un registro.
Las modificaciones introducidas a la Ley, de las cuales solo he mencionado algunas, nos hablan de un país que ya no solo le interesa producir materia prima, y que ahora desea aspirar a ser productor de innovación y tecnología. Un país donde estamos menos preocupados de las exigencias formales para proteger los derechos a uno que le interesa más en fomentar la creatividad. A los abogados nos corresponde acompañar a nuestros clientes en este camino de asesoría profesional de detectar y fomentar la innovación dentro de nuestro país y tratar de asegurar, con el menor costo y trámite posible, su protección en el mundo globalizado. La nueva legislación comienza a crear una nueva institucionalidad que apunta hacía ese camino. Esperamos que nuestro país siga por esa ruta que ha sido tan favorable a las economías más desarrolladas.