/ TPP y propiedad intelectual en Chile
22 de Abril, 2016Entrevista a Jaime Silva, director de patentes de Alessandri, sobre el TPP en Chile.
Revista TV&Señal, abril 2016
Jaime Silva, Director de Patentes de Alessandri Abogados
“TPP: COMPLEJO ESCENARIO”
- El abogado de uno de los Estudios más importantes del país y experto en materias de propiedad intelectual, reflexiona sobre los diversos escenarios abiertos por la suscripción del TPP. Nos comenta sus inquietudes sobre la complejidad de una adecuada discusión parlamentaria.
Una vez firmado el TPP (Trans Pacific Partnership) se contempla un plazo de dos años para proceder con su aceptación o rechazo en el Congreso de cada país miembro. El abogado Jaime Silva Barros, Director de Patentes de Alessandri, se refiere a la metodología empleada en este proceso y plantea sus objeciones derivadas de la misma. Confronta asimismo, los posibles beneficios o perjuicios que traería la suscripción de este acuerdo.
¿Cuál es tu opinión respecto de la negociación y la forma de abordar las diversas materias de que trata el TPP y su propuesta final?
Si evaluamos su proceso completo yo distinguiría dos categorías de objeciones. Aludo primeramente al hermetismo adoptada por las autoridades como vía para llevar a puerto más rápidamente las negociaciones. Este tema de establecer los puntos a tratar y las formas de abordarlos a espaldas de los sectores involucrados, lo considero ineficiente y un poco “absolutista”. Se percibe una suerte de hegemonía que no se condice con el principio de participación que debiera imperar en todo acuerdo. Por otro lado, hay un segundo grupo de objeciones que en parte nace de lo recientemente planteado. Me refiero a la falta de claridad que se desprende de la lectura del texto del TPP. Observamos por ejemplo cómo se han incorporado al acuerdo una serie de herramientas con el fin expreso de facilitar su interpretación: Anexos y cartas bilaterales. Asumo que si durante la misma negociación se ha propuesto agregar estos documentos, ello se deberá a que se detectaron posibles imprecisiones o un cierto grado de ambigüedad en su contenido. Si se hubiera admitido la participación activa de los diferentes sectores cuyo mercado es afectado por el acuerdo, tal vez se habrían evitado algunos nudos de interpretación.
¿Le parece que el texto del TPP permite una lectura simple desde el punto de vista legal?
Como te comenté previamente, considero que el lenguaje empleado es poco claro y a veces impreciso. Si uno lo piensa, esta situación era esperable considerando que se debe intentar homologar mediante un único texto una serie de normas legales muy variadas.
Durante el análisis que deberá hacerse del texto del TPP, pueden surgir hipótesis jurídicas que simplemente no estén contemplados de la misma forma por nuestra normativa o sean abiertamente contrarias o contradictorias. Más simple aún, qué pasaría por ejemplo si ante un mismo temas los plazos establecidos por las leyes chilenas sean diferentes a los contemplados por el acuerdo. Sólo ubicarnos en este escenario permite preguntarnos si fruto del TPP tendremos que considerar modificar nuestra actual legislación.
En este sentido, ¿crees que haya alguna razón para no aprobar este documento?
La finalidad de un acuerdo de esta naturaleza es aumentar los potenciales mercados para la industria nacional y mejorar las condiciones de un intercambio comercial. Durante la discusión que se realice sobre los efectos del TPP, se buscará despejarán las dudas que hoy se pueden mantener sobre su eficiencia respecto de algunos sectores. Claramente, se deberá considerara la preparación de estudios e informes técnicos. Es imposible que sin ellos la autoridad llegue a formarse una opinión sólida sobre los objetivos del TPP y si éste constituye la mejor forma de alcanzarlos o no.
Mucho se ha hablado sobre las regulación que caerían sobre las industrias creativas, ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Sin duda las industrias creativas son unas de las principales beneficiarias del tratado, dada su importancia estratégica para Estados Unidos y Japón, países promotores del tratado, tanto en materia de entretenimiento (música, TV, películas) como de software y videojuegos. En este sentido el TPP corrige una de las principales falencias que tiene Chile en materia de Medidas Tecnológicas de Protección (TPM’s, por sus siglas en inglés), que han sido, por ejemplo, la fuente del explosivo aumento de decodificadores piratas de señales satelitales en Chile, y que Chile ha incumplido sistemáticamente desde el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Al establecerse un ilícito independiente por la violación de este tipo de mecanismos, se hace efectiva la observancia y gestión de derechos en materia del cracking de códigos para habilitar software, videojuegos y muchas otras medidas que apuntan a evitar infracciones masivas de derecho de autor.
El tratado intenta armonizar igualmente los mecanismos de notificación y remoción de contenidos infractores en Internet –como los formularios en línea para denunciar que vemos habitualmente en Facebook, Youtube, Twitter o cualquier página de jurisdicción norteamericana- ya que en la modificación de 2010 a la Ley de Propiedad Intelectual, Chile consagró un sistema de notificación judicial excesivamente garantista, que ha implicado en la práctica que ningún titular de derechos haya recurrido a tal mecanismo, por engorroso, costoso e inviable dada la velocidad de las comunicaciones en línea.
¿Cuál crees tú que será finalmente la decisión que tomará el Congreso?
Es complejo anticiparse. Pienso que primeramente debería llamarse a los sectores que deben opinar sobre el contenido del acuerdo. Yo me inclino a pensar que habrá una discusión informativa muy larga pues el propio TPP aborda una infinidad de temas diversos. Nada que decir respecto del listado de tratados que la parte se obliga a suscribir en caso de ratificarse el TPP, entre estos se encuentra el acuerdo UPOV91, que regula temas muy sensibles.
Desde otro ángulo, vemos una suerte de compromiso político con la aprobación del acuerdo, ya que el actual gobierno lo considera como parte de su legado y la discusión sobre su ratificación se efectuará durante el presente período presidencial. Sin embargo, el legislador una vez informado puede tomar una decisión completamente pragmática y asumir que si Chile ya ha suscrito TLC o Acuerdos con todos los países que participan del TPP, qué sentido tiene abrir nuevamente temas ya zanjados, corriendo incluso el riesgo de perder o alterar condiciones que nos son favorables. Recordemos que sólo se puede aceptar o rechazar el TPP y no plantear modificaciones a su texto.