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/ Proyecto de ley de propiedad industrial establece caducidad de marcas por no uso. Marcos Morales en Pulso

26 de Abril, 2012

Las leyes no suelen seguir la velocidad con la que avanzan la globalización y el cambio tecnológico. Y con un país que tiene la cantidad de acuerdos comerciales que tiene Chile, hay áreas, como la de la propiedad industrial, que han sido sujeto de gran cantidad de revisiones y enmiendas – sólo el TLC con EEUU en 2004 incluía un capítulo completo destinado a la regulación de derechos de propiedad intelectual (que abarca la propiedad industrial y lo que se conoce como derechos de autor). Por eso, Marcos Morales, Vicepresidente de la Asociación Chilena de la Propiedad Intelectual (Achipi) y Director de Marcas y Patentes de Alessandri & Compañía Abogados, destaca que la nueva ley de propiedad industrial que se anunciará hoy por primera vez se hace con un sentido sistémico, armónico. “Vamos a tener una ley a la altura de los tiempos”, dice. “Adecuada a los compromisos pero también reveladora de nuestras necesidades como país”.

Y hay cambios importantes. Uno de los más llamativos es que por primera vez se establece la caducidad de marcas por no uso. Hoy, no es necesario utilizar la marca que se inscribe, basta con renovarla cada 10 años para protegerla. Ahora, poniendo la legislación chilena en línea con la del resto del mundo, se establece que si una marca no se usa durante cinco años va a quedar sujeta a caducidad. Eso resolvería el problema de la inscripción de marcas para bloquear acceso a mercados o de marcas notorias, nacionales y extranjeras, para luego cobrar por el traspaso.

Por cierto, esa es sólo una de las modificaciones. Morales destaca avances sustantivos y de procedimiento. “Se facilita el proceso de adquisición de los derechos de registro, se facilita el ejercicio de acciones civiles en caso de infracción y se regulan de mejor manera los tipos penales por atentados a los derechos ya concedidos”, detalla. Se aumentan las penas y, en el caso de las marcas, se sanciona la falsificación con cárcel. Se simplifica el procedimiento de registro de diseños industriales, que demandarán menos trámites y tiempo. Asimismo, se facilita el registro de ciertas categorías que benefician a grupos amplios de productores y comerciantes, como denominaciones de origen e indicaciones geográficas.

Morales resalta que el trabajo contó con la participación de muchos actores interesados en la propiedad industrial en Chile. El año pasado el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, Inapi, pidió propuestas temáticas para ser incluidas en la ley y en marzo se presentó a consulta ciudadana el proyecto con el articulado ya redactado. “Y fue una sorpresa ver un tratamiento integral de la materia, sin las presiones propias de los tratados que vimos durante la década anterior”, comenta.

¿Qué queda fuera? El linkage, que tiene que ver con los derechos de propiedad intelectual de la industria farmacéutica y que en este momento se tramita en un proyecto separado. Morales cree probable que este texto se refunda con la ley de propiedad industrial durante el trámite en el Congreso, y de ser así, podría dilatar la tramitación de la ley. “Hay bastante impulso en el último tiempo (…) hay que ver si se mantiene”, señala.

Pulso, 26 de abril de 2012