/ Informe de la OMPI sobre propiedad intelectual en el mundo: “Las marcas: Reputación e imagen en el mercado mundial”
14 de Noviembre, 2013Las empresas de todo el mundo han gastado anualmente en el desarrollo de marcas casi medio billón de dólares EE.UU., cantidad superior al gasto en investigación y desarrollo y diseño, y que en algunos países representa una cuarta parte de la inversión global de las empresas en activos intangibles.
El segundo Informe de la OMPI sobre la propiedad intelectual en el mundo, titulado “Las marcas: Reputación e imagen en el mercado mundial”, ofrece nuevos datos, análisis y enfoques sobre la manera en que las empresas utilizan las marcas para diferenciar sus productos de los de sus rivales y las consecuencias del uso creciente de las marcas para los consumidores, la competencia en el mercado y la innovación.
El Director General de la OMPI, Francis Gurry, dijo: “Las marcas encarnan la reputación y la imagen de las empresas y por ese motivo constituyen uno de sus activos más valiosos. A medida que los mercados tienen un carácter más disperso y virtual, cobra cada vez más importancia la protección que ofrecen las marcas a esa reputación e imagen.”
Con arreglo al informe, las empresas de todo el mundo invirtieron cerca de 466.000 millones de dólares EE.UU. en el desarrollo de marcas en 2001, último año del que se disponen datos fiables. Esta cifra sería aún mayor si se tuvieran en cuenta los gastos en mercadotecnia estratégica, comunicaciones de empresa y otros servicios externalizados que contribuyen a la percepción de las marcas, así como los gastos a nivel interno en que incurren las empresas para el desarrollo de las marcas. Teniendo en cuenta los datos más completos correspondientes a los EE.UU., en los que se tienen en cuenta todos los gastos de desarrollo de marcas, vemos que en 2010 las inversiones efectuadas en ese ámbito ascendieron a 340.000 millones de dólares EE.UU. en dicho país, el doble de las estimaciones anteriores, que resultaban incompletas. Esa cifra es superior a la de las inversiones que efectúan las empresas estadounidenses en I+D o diseño, y representa la cuarta parte de sus inversiones en activos intangibles.